La consultoría psicológica conductual es una disciplina que trata de conseguir la optimización del comportamiento de las personas en su medio social; para ello recurre a la facilitación del desarrollo personal, la integración de la persona en su ambiente, la aceptación de las diferencias individuales, la comprensión del desarrollo vital y la reformulación de las propias demandas y problemas (Froxán, 1998).
En Conócete Mejor diferenciamos la consultoría psicológica de la psicoterapia, ya que esta última se asocia mucho más con el campo de la salud. Aplicamos la consultoría psicológica a problemas del día a día: problemas de pareja, conflictos con la familia o amigos, entorno laboral complejo o estresante, dificultad para tomar decisiones, enfrentarse a cambios vitales trascendentales (mudanzas, pérdida de un trabajo…), etc. Y también a la mejora o adquisición de habilidades o al alcance de metas: mejorar las habilidades sociales, mejorar la oratoria ante multitudes, ayuda para seguir un plan de entrenamiento y alimentación, fomentar habilidades de resolución de problemas o desarrollar estrategias de afrontamiento…
En la consultoría psicológica conductual el/la profesional de la psicología promueve el proceso de cambio, optimizando los recursos que ya existen en el repertorio conductual del consultante, con el objetivo de que asuma el control de su propia vida (Froxán, 1998). Se trata, por tanto, de dar a la persona las herramientas necesarias para que aprenda a gestionar las dificultades y conseguir sus metas de forma totalmente autónoma y en el menor tiempo posible.
¿Cuáles son las características principales de la consultoría psicológica conductual?
-La persona acude a consulta porque ha identificado un problema o una meta a alcanzar y el consultor la ayuda a definirlo y delimitarlo adecuadamente para poder intervenir sobre ello.
-El consultor es responsable de clarificar el problema de forma constante para elegir la intervención más adecuada y que permita conseguir los resultados esperados en el menor tiempo posible.
-Es un proceso de participación activa por ambas partes. Esto quiere decir que el consultor se responsabiliza de la intervención y que el consultante debe también responsabilizarse llevando a cabo las tareas que le han sido propuestas, comentando las dificultades que tiene al realizarlas, llegando puntual a las sesiones y participando activamente en ellas. El consultante tiene la responsabilidad y la capacidad para el cambio.
-En la consultoría psicológica conductual no nos centramos en eliminar conductas desadaptadas, sino que promovemos el desarrollo del repertorio de conductas que ya tiene el consultante y resulta más adecuado en su caso o, en otras ocasiones, la adquisición de conductas más adaptativas.
-Por lo tanto la consultoría es un proceso de enseñanza-aprendizaje.
-También se podría identificar con un proceso sistemático de resolución de problemas, ya que lo que hacemos es identificar un problema y buscar la mejor solución posible atendiendo a nuestras circunstancias.
-La meta principal es la promoción de habilidades de toma de decisiones y autocontrol.
Referencias bibliográficas:
Froxán, M. X. (1998). Consultoría conductual: terapia psicológica breve. Madrid: Pirámide.