¿Cómo saber si necesito ir al psicólogo

cuándo debo ir al psicólogo

Ir al psicólogo se ha asociado con graves problemas psicológicos, más entendidos como trastornos mentales. No tenemos más que irnos a la sesión del congreso en la que un diputado gritaba «vete al médico» a un portavoz que estaba defendiendo más medios y recursos para la salud mental, una forma más de ridiculizar y estigmatizar a las personas que acuden a un profesional para tratar cuestiones relacionadas con la salud psicológica.

La parte buena es la reacción que tuvieron la mayoría de diputados en esa sesión y que es la misma que está teniendo hoy en día la sociedad: aplaudir a quien habla de salud psicológica, aplaudir a quien pide ayuda, aplaudir a quien pide consejo porque no sabe cómo afrontar su vida en un momento concreto.

Y es que esto es «ir al psicólogo», porque nadie nos ha enseñado a resolver todos y cada uno de los problemas a los que nos enfrentamos a lo largo de la vida. Y aunque nos hubieran enseñado tampoco cambiaría nada porque cada uno somos únicos, nos han educado de una manera determinada, hemos crecido con unos compañeros de colegio concretos, hemos sido adolescentes en un contexto determinado y tenemos unas dinámicas laborales particulares y todo eso es único para cada persona, por lo que no debemos comparar nuestra experiencia con la de otras personas, ya que siempre habrá diferencias.

Vayamos a la pregunta por la que has terminado leyendo este post: ¿cómo puedo saber si necesito ir al psicólogo? En Conócete Mejor ofrecemos consultoría psicológica que puede enfocarse de dos formas:

-Personas que se han marcado unas metas u objetivos y necesitan ayuda para lograrlas. Por ejemplo, personas que quieren seguir un plan de entrenamiento o dieta y necesitan ayuda para cumplirlos, mantenerse motivadas y continuar los planes de la manera más beneficiosa posible para ellas. Otro ejemplo podría ser una persona que quiere promocionar en su trabajo y para ello acude a consultoría psicológica a mejorar alguna habilidad: oratoria, trabajo en equipo, escucha activa, etc.

-Personas que están pasando por una situación complicada y no saben cómo actuar frente a ella, el foco está en la toma de decisiones: imaginemos una persona que tiene un trabajo con unas condiciones pésimas, que le genera mucho sufrimiento, pero que siente que no puede dejarlo porque sería un fracaso, en estos casos acudir a consultoría psicológica puede ayudar a la persona a tomar la decisión de dejar el trabajo y terminar con el sufrimiento o de continuar con él con mejores estrategias de afrontamiento que reduzcan el malestar que le provoca.

Problemas de nuestro día a día que afectan a nuestras emociones, sentimientos y pensamientos: cuando se muere un ser querido y cambia nuestra rutina o nuestra dinámica familiar, cuando tenemos problemas de pareja y discutimos constantemente a pesar de querernos mucho, en un entorno de trabajo hostil donde las dinámicas de comunicación son aversivas, ante una gran carga de trabajo laboral y en casa que nos hace vivir con prisa y sentir que no llegamos a todo, las sensaciones que nos genera presentarnos a unas oposiciones y tener que persistir en el esfuerzo para lograrlo… Son muchos los ejemplos que nos encontramos en nuestro día a día por los que podríamos acudir a consultoría psicológica. ¿Todas las personas que pasan por estos problemas acuden al psicólogo? No, pero volvemos al inicio de este post, ninguna persona es igual a otra y por tanto ninguna persona tiene las mismas estrategias de afrontamiento que otra ni el mismo contexto de apoyo, por eso no hay que comparar dos situaciones en dos personas diferentes.

La clave es que si lo que estás haciendo para afrontar o salir de un problema no te está funcionando, entonces es buen momento para acudir a una consultoría psicológica. A veces simplemente se necesitan una o dos sesiones para aclarar las ideas y continuar. Otras veces necesitamos 6-8 para empezar a encaminar nuestra vida en la dirección que queremos y, otras veces, necesitamos algunas sesiones más para que se mantengan los cambios que hemos implementado en todas las áreas de nuestra vida. Lo importante en esos momentos es pensar más en ti y menos en el qué dirán.

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